En un principio, la
amistad que forjaron se basó, entre otras cosas, en compartir diversas
aficiones. Una de ellas, la que ahora nos incumbe, es la literatura.
Como toda persona que siente una gran atracción por
la escritura y con la ingenuidad que eso conlleva, usaron la palabra como algo
lenitivo, creyendo que sería arma útil y eficaz contra los vaivenes de la vida.
A día de hoy dudan (y a veces niegan) que la
literatura posea utilidad o eficacia, pero aún así (y de ahí la ingenuidad)
siguen escribiendo.
En 2005 los dos crearon un fanzine con cuerpo de
rabia y esperanza, cubierto de un ropaje de reivindicación social y política.
Aquella experiencia duró poco tiempo pero fue
intensa y enriquecedora para ambos. Con eso en el recuerdo, diez años después
se juntan de nuevo, para dar a luz a este blog.
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